Reclamamos los intereses abusivos de tus préstamos y tarjetas de crédito "revolving"

La Ley de la Segunda Oportunidad ofrece a individuos y autónomos en España la posibilidad de exonerar o cancelar sus deudas bajo ciertas condiciones. No todas las deudas se pueden cancelar con esta ley, pero sí un amplio rango de ellas, especialmente si se demuestra que el deudor no tiene activos para hacer frente a sus obligaciones y ha actuado de buena fe.

Las principales deudas que se pueden cancelar, son las relacionadas con:

1. Créditos personales

2. Deudas con bancos

3. Tarjetas de crédito y préstamos.

Sin embargo, hay excepciones importantes:

1. Deudas públicas: Se podrían llegar a cancelar hasta 10.000 euros tanto en Hacienda como en la Seguridad social.

2. Pensiones de alimentos: Las deudas por pensiones de alimentos no se pueden cancelar bajo la Ley de la Segunda Oportunidad.

3. Las obligaciones financieras resultantes de actos de responsabilidad civil no contractual, incluyendo aquellas originadas por fallecimiento o lesiones, así como compensaciones debido a accidentes laborales o enfermedades relacionadas con el trabajo.

4. Las obligaciones surgidas de actos delictivos bajo responsabilidad civil.

5. Las obligaciones alimenticias.

6. Los sueldos no pagados que correspondan a los 60 días previos al anuncio del procedimiento concursal.

7. Las penalizaciones económicas establecidas en juicios penales y por infracciones administrativas consideradas como muy graves.

8. Los costes legales y otros gastos asociados al procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad.

9. Las obligaciones vinculadas a bienes con garantía real, por ejemplo, préstamos hipotecarios. No será posible eliminar la deuda de la hipoteca y al mismo tiempo retener la propiedad del inmueble.

Para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, el deudor debe cumplir con una serie de requisitos, como actuar de buena fe y no haber sido condenado por delitos económicos, entre otros. Si se cumplen todas las condiciones, el juez puede exonerar las deudas pendientes, dando así al deudor una "segunda oportunidad" para empezar de nuevo sin la carga de las deudas insolvibles.

Es importante señalar que el proceso puede ser complejo y que cada caso es único, por lo que recomendamos consultar con un abogado especializado en la Ley de la Segunda Oportunidad para obtener asesoramiento personalizado.

Recopilación de documentos inicial

Es esencial que nos proporciones una variedad de papeles requeridos por la ley que demuestren tu situación personal y financiera. La mayoría de estos documentos pueden adquirirse en línea mediante el certificado digital, cl@ve permanente o cl@ve PIN. ( En reclamia te ayudaremos a recopilar la información para tu mayor comodidad)

Dado que la documentación varía según seas una persona física o un autónomo, preparamos una lista específica de los documentos requeridos para aplicar a la Ley de Segunda Oportunidad y te orientamos sobre cómo y dónde obtenerlos.

Interposición de la demanda

Tras recopilar la documentación pertinente, es necesario elaborar y presentar una solicitud de concurso ante la autoridad competente. En esta solicitud pedimos que se te declare legalmente incapaz de saldar tus deudas, es decir, insolvente.

Esta solicitud se acompaña de varios informes que describen tu situación financiera y se presenta ante el Juzgado Mercantil correspondiente, ubicado en la capital de cada provincia.

Inicio del proceso concursal

Una vez presentada la solicitud, el Juzgado examina la documentación para determinar si cumples con los criterios legales para la Segunda Oportunidad.

De ser así, se procede con la admisión de la solicitud y se te declara en concurso, dando inicio al proceso legal correspondiente.

Aprobación del plan de pagos o etapa de liquidación

Dependiendo de tu situación, existen tres posibilidades:

1. Si posees bienes y deseas conservarlos

En esta situación, no se podrá extinguir la totalidad de la deuda. En lugar de ello, se establecerá una cantidad mensual que deberás abonar a los acreedores, calculada en función de tus ingresos y egresos.

Para conservar la vivienda principal, este plan de pagos se extenderá por cinco años. Para otros bienes, el periodo es de tres años.

2. Si posees bienes y decides no conservarlos

Tus propiedades se pondrán a disposición para su venta en subasta pública. Los fondos recaudados se utilizarán para abonar tus deudas tanto como sea posible.

Este procedimiento puede resultar en la eliminación completa de cualquier deuda restante.

3. Si no posees bienes

En esta instancia, se demostrará la inexistencia de activos vendibles y se solicitará la eliminación total de la deuda.

4. Petición para la eliminación de la deuda

Después de llevar a cabo los pasos previos, tus representantes legales deben pedir la anulación del pasivo no satisfecho, lo que significa solicitar la eliminación de tus deudas.

Desde las reformas del 2022, el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI) se ha renombrado a exoneración del pasivo insatisfecho (EPI).

Acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad en España trae varios beneficios para las personas físicas y autónomos que están enfrentando dificultades financieras insuperables. Estos beneficios incluyen:

1. Exoneración de deudas: El principal beneficio es la posibilidad de cancelar deudas insostenibles. Esto permite a las personas empezar de nuevo financieramente, sin la carga de deudas que no pueden pagar.

2. Acceso a financiación: Una vez que las deudas han sido canceladas, las personas pueden encontrar más fácil acceder a financiación y créditos, ya que su situación económica se habrá limpiado. Aunque la exoneración puede afectar la calificación crediticia inicialmente, a largo plazo se recupera más rápido que si las deudas permanecieran impagadas.

3. Mantenimiento de una vida digna: La ley permite a las personas mantener un mínimo vital para que puedan seguir llevando una vida digna durante el proceso. Esto significa que no se quedan sin los medios básicos para vivir mientras tratan de resolver sus problemas financieros.

4. Evitar el acoso de los acreedores: Al acogerse a la Ley, se detienen las acciones de cobro por parte de los acreedores y se evita el acoso por deudas, ya que todas las comunicaciones deben pasar a través del proceso legal establecido.

5. Recuperación de la autoestima y reducción del estrés: Al eliminar la carga financiera y el constante acoso por parte de los acreedores, la persona puede experimentar una significativa mejora en su bienestar emocional y psicológico.

6. Oportunidad de emprender de nuevo: La ley ofrece a los autónomos y empresarios la oportunidad de reiniciar sus actividades empresariales sin las antiguas deudas, lo que puede fomentar el emprendimiento y la innovación.

7. Proceso regulado: Aunque el proceso de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad puede ser complejo, está regulado y proporciona un marco legal claro para resolver las deudas, lo que puede ser más ventajoso que negociar directamente con los acreedores sin una estructura legal.

Es importante destacar que acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad requiere cumplir con ciertos requisitos y procedimientos, incluyendo la demostración de buena fe y la realización de un intento previo de acuerdo extrajudicial de pagos. Por ello, se recomienda buscar asesoramiento profesional para guiar a través del proceso.

Esta Ley está disponible para todos las personas, incluidos consumidores, empleados, personas sin empleo, jubilados, autónomos o empresarios, siempre y cuando satisfagan los requisitos establecidos.

Tanto autónomos como empleados tienen derecho a recurrir a esta ley sin importar su actual estatus profesional.

Además, si has sido fiador de un pariente endeudado, también tienes la opción de aplicar para una segunda oportunidad, a condición de que estés en situación de insolvencia y cumplas con los requisitos especificados por la ley.

Bajo la legislación actual, si estás casado bajo el régimen de gananciales y has contraído deudas después de casarte, ambos cónyuges deben someterse a la Ley de la Segunda Oportunidad. Si solo uno de los cónyuges opta por acogerse a la ley, las deudas del régimen de gananciales no serán eximidas para el otro, quien todavía podría enfrentar reclamaciones por esas obligaciones.